lunes, 3 de octubre de 2016

El teatro siempre lo hemos puesto en marcha los que lo soñamos. Esencialmente es un poco así. Siempre se parte de una idea, de una historia que se desea transmitir a los demás. Y el principio de todo es la ilusión.

El ponerse a ello surge, en términos profesionales, de un equipo de producción que busca la manera de llevar a buen puerto el proyecto. Y a veces ocurre que al barco se sube gente maravillosa, nada que ver con el oficio de comediantes, que asume el reto con valentía ofreciendo lo que son y lo que tienen en beneficio de la cultura. Personas que entienden, mejor que nadie, que participar del hecho artístico involucrándose en él, no sólo es un enorme apoyo para los artistas, sino que también contribuye a favorecer la buena salud social.

 Y en concreto, en nuestro nuevo proyecto “Yo soy Coco” tenemos la suerte de contar con la ayuda de tres personas, de ese tipo de gente, que no sólo consumen cultura, sino que se implican en ella.

Las empresarias Fernanda Orga, Yolanda Queen y Carmina Sanz se convierten en patrocinadoras teatrales ofreciendo, desde lo que ellas tienen y saben hacer, todo su apoyo a nuestro trabajo. Se une, de esta forma, la empresa aragonesa con la causa artística, que es lo mismo que decir, que se unen las personas para promover y favorecer una cultura hecha por y para todos.

Un intercambio de lo que unas y otras sabemos hacer y que nos beneficia a partes iguales,  sin ninguna duda.


Patrocinar un espectáculo de teatro debería dejar de ser una cuestión de coste económico y pasar a ser, una estrategia de comunicación y desarrollo empresarial para unos y otros. Generar industria cultural es una inversión, nunca un gasto. Apostar por el crecimiento de los artistas profesionales, de cualquier parte del territorio aragonés, nacional o internacional es construir una sociedad más feliz. 

Gracias!
Blanca Resano                 

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